Con este proyecto queremos ayudar a pescadores pobres y sus familias a mejorar sus condiciones de vida, mejorando sus ingresos de forma sostenible. Los pescadores en la ciudad de Esmeraldas, trabajan con escasos recursos, en condiciones de exclusión y vulnerabilidad, que les impiden salir de la pobreza.

Esmeraldas es una ciudad costera situada al norte de Ecuador, fronteriza con Colombia. En una ciudad de más de 160.000 habitantes, servicios básicos como un hospital son inalcanzables para la mayoría de sus habitantes. Desnutrición infantil, familias que viven con menos de 1 dólar al día, casas hechas con tablas o la falta de acceso a agua potable son una constante. La pobreza se extiende por donde se mire.

A esto se le suma que, debido a su condición de frontera internacional, donde las actividades ilícitas son muy frecuentes, la ciudad se ha convertido en una lugar conflictivo y con elevados índices de criminalidad.

Uno de las principales fuentes de ingresos para la población, es la pesca, pero los pescadores no tienen los recursos, ni los conocimientos necesarios para poder aprovechar una heladera que tienen disponible, la cual les podría ayudar a almacenar el pescado y venderlo en condiciones más justas.

¿Cómo les ayudamos?

Les ofrecemos formación para que puedan gestionar la cadena de frío y almacenaje del pescado y, sobre todo, el fortalecimiento de su cooperativa. Esto les permite aprender unos de otros, compartir conocimientos y experiencias y acceder al mercado en unas mejores condiciones. Su unión les permitirá ahorrar costes y negociar en condiciones más justas, contribuyendo así a mejorar sus ingresos y reducir su vulnerabilidad.

Nuestra ayuda es la única oportunidad para estos agricultores de obtener unos ingresos dignos a través de su propio trabajo. Son fundamentales para mejorar aspectos básicos de su vida y la de sus familias: con unos ingresos estables podrán llevar a la escuela a sus hijos, podrán mejorar su alimentación y con ello, su salud. Además se convertirán en una oportunidad de desarrollo para su propia comunidad, creando trabajo a través de esta pequeña cooperativa.