Nos adentramos en la comunidad de Janac Chuquibamba en el distrito Lamay en la provincia de Cusco, Perú. Lamay es de las zonas alto andinas de Perú y una de las que tienen más presencia de población indígena, dedicados en su mayoría a la agricultura de subsistencia. Esta población viven con unos índices de inseguridad alimentaria mucho más elevados que el promedio nacional, llegando la tasa de desnutrición crónica al 40,4% de la población.

Los niveles de pobreza extrema son muy altos: de cada 100 indígenas, 56 son extremadamente pobres. Sus principales fuentes de ingresos son la agricultura, la horticultura y la crianza de animales menores. Pero esto no es suficiente para que puedan vivir en unas condiciones dignas.

En este contexto, desde CODESPA impulsamos la inserción de estas comunidades en el mercado turístico para que puedan tener unos ingresos adicionales que les permita mejorar su seguridad alimentaria y las de sus familias. Para ello, estamos impulsando la construcción de un mirador-comedor comunitario, en el que los turistas puedan disfrutar de platos típicos andinos, cocinados por los propios indígenas. De esta forma, ayudaremos a generar un crecimiento socioeconómico de la zona, a través de la generación del autoempleo.

¿Por qué desarrollamos este proyecto de turismo?

Nuestro objetivo es que la población más discriminada de la zona y con menos oportunidades laborales, como los jóvenes y las mujeres, puedan encontrar un medio de vida que les permita mejorar su seguridad alimentaria y la de sus familias. Y al mismo tiempo, formar parte activa del desarrollo de sus comunidades.

Todo este proyecto se desarrolla desde un enfoque de respeto total a la cultura y al medio ambiente, revalorizando las actividades ancestrales a través de la puesta en valor y comercialización de sus productos en el mercado turístico. Sin abandonar los estándares de calidad turística y teniendo en cuenta la demanda de los turistas que visitan la zona.

Los ingresos que las familias obtienen, los invierten directamente en sus hijos, en mejorar su alimentación y en sus estudios, para que puedan abandonar el ciclo de pobreza crónica en el que viven.