En 2011, Nicaragua ocupaba el segundo lugar más bajo de América Latina en cuanto al Producto Interior Bruto (PIB), tan sólo superado por Haití. Uno de sus departamentos, el de Jinotega, está catalogado en condición de pobreza extrema. Y Santa María de Pantasma, un municipio de la zona, se encuentra entre los municipios más vulnerables del país, con un 65,3% de pobreza extrema y cuyos habitantes viven en un 84% en medios rurales (el 16,7% es analfabeta). Todo ello evidencia la necesidad de luchar para que su población mejore la calidad de vida, especialmente en el caso de las mujeres, que únicamente representan el 15,8% de la población económicamente activa de Jinotega.

Es una región esencialmente agrícola. Tanto, que es la primera productora de Nicaragua de café y la segunda de granos básicos, sobre todo maíz y frijol. Sin embargo, en Santa María de Pantasma existen diversas características que provocan que sea una de las poblaciones más vulnerables y pobres de Nicaragua: bajo fomento del emprendimiento; poca cultura comunitaria de generación de ingresos; no han tenido acceso a formación en oficios en la zona urbana y rural; la escasez de crédito y acompañamiento de microempresarios o la alta tendencia al monocultivo; todo ello les hace vulnerables y dependientes de las condiciones meteorológicas.

La situación actual no ayuda a fomentar el sentimiento de iniciativa, pues desde 2010 el precio de sus productos está sufriendo una disminución al verse forzados a venderlo a comerciantes intermediarios o corriendo el riesgo de pérdidas de cosecha por la acumulación de humedad.

Desde CODESPA nos movilizamos y percibimos la necesidad de la ejecución dirigida y con carácter sostenible de un concepto integral de estrategia orientada a:

• Incrementar los indicadores productivos, aprovechar las buenas cualidades de los suelos, continuar posicionando la labor de las mujeres dentro del quehacer económico para mejorar su nivel de vida.
• Aprovechar y reactivar la infraestructura de acopio para insertar a las productoras dentro de una estrategia de comercialización.
• Fomentar la relación las autoridades municipales para incorporar el enfoque transversal de género dentro de la gestión municipal.
• Permitir le conformar estructuras asociativas de mujeres con el objeto de fortalecer el accionar político de ellas en la consecución de sus derechos.

Es decir, propiciar cambios en las relaciones de género que permitan a las mujeres ejercer sus derechos económicos, políticos y sociales.

Los bancos de semillas llevarán la igualdad a las comunidades

En total serán 24 meses en los que se pretende ayudar a 585 personas, de las cuales 525 son productoras agrícolas, lo que también repercute en sus familias hasta alcanzar los 2.362 beneficiarios a través de este proyecto.

Los objetivos están claros. A nivel general, mejorar la calidad de vida de las mujeres de 23 comunidades rurales al contribuir a su seguridad alimentaria y el ejercicio de sus derechos. A nivel específico, promover dicha seguridad alimentaria y el empoderamiento económico, político y social de las mujeres, a través de su organización y participación efectiva en el desarrollo comunitario y productivo de dichas comunidades.

Puedes contribuir a que las mujeres de la región de Jinotega sigan avanzando hacia un futuro mejor. Descubre cómo puedes hacerlo a través de este enlace.